HOLGUÍN, Cuba.- Extenuada y a punto de desfallecer, Ángela Rojas González lleva más de una hora en la cola para extraer dinero de un cajero automático.
Está jubilada por enfermedad y cobra su pensión con una tarjeta magnética. “Vivimos solas mi hermana y yo. Ella tiene más achaques y no puede salir de la casa”, cuenta Ángela a CubaNet.
En ocasiones ha intentado por la mañana y en otras por la tarde, “pero a toda hora siempre hay muchísima gente. Yo me voy a morir haciendo cola”, dice la anciana.