En Wuhan, la pandemia y los rumores avanzan de la mano. Un apagón de Internet, una procesión fumigadora, un virus contagioso como un desastre nuclear: todos tan inminentes como imaginarios. En la situación actual, solo lo que puede verse con los ojos escapa al pánico de las redes sociales o al control de las autoridades. Por eso, las ruedas de esta diminuta bicicleta de alquiler giran en dirección a un punto en el mapa 25 kilómetros a las afueras. Allí, lo que podría parecer el bulo más obvio es ya casi una realidad...