Padres y educadores hacen frente periódicamente a los llamados "retos virales" que, en muchos casos, son peligrosos y de consecuencias impredecibles. Lo que comenzó como un juego para recaudar fondos para una buena causa o como forma de denuncia colectiva, ha derivado en desafíos absurdos que pueden provocan importantes daños.
El último reto que recorre los institutos de España es el llamado "desk challenge", que consiste en colgar de un perchero a un estudiante sentado en su silla y colocar encima el pupitre.