ualquiera podría pensar que levantarse con el traje de la felicidad puesto todos los días resulta imposible e incluso, a ratos, incómodo. Lucrecia ha nacido con él y asegura que no está dispuesta a quitárselo por mucho que la vida nos obligue a ponernos chándal en determinados momentos. Esta versátil y singular artista cubana se enamoró de España hace más años de los que puede recordar, dejando su corazón en Barcelona y su voz repartida por todo el mundo. Ahora estrena «La gran aventura de los...