Cuando escasearon los peces en la Amazonía de Ecuador, los indígenas sionas lo atribuyeron a «chamanes envidiosos» que bloquearon su paso por los ríos del Cuyabeno, un humedal biodiverso pero amenazado por el cambio climático, la contaminación y la minería.
Este bosque inundado de árboles gigantescos es la segunda área protegida más grande del país, después del Parque Yasuní, y una cápsula verde en riesgo por las actividades destructoras del hombre.
El chamán Rogelio Criollo, con 74 años y huellas de pintura roja en el rostro...