Viajar es llegar a lo desconocido. Viajar a España, desde Argentina, no es viajar. Es descubrir en Valencia el mismo modo de edificar chiringuitos en la playa que en Mar del Plata. Es encontrar en El Rastro una copa que vistió de festividad la infancia. Es recordar en un mercado de Madrid el sabor que las familias convidaban como tarta gallega y confundirlo en una carta con el tartar de atún que no se le parece. Es recordar a Benito, mi abuelo, que bajó del barco con su familia para sobrevivir...