El asesinato de Kevin Hernández, vocalista del grupo H Norteña, junto a su esposa Marisela Sandoval, se sumó a la lista de muertes violentas contra artistas del género regional mexicano. El primero de estos casos fue el de Chalino Sánchez, en 1992.
Desde ese lamentable suceso, la cantidad de estrellas de la música a las que le han arrebatado la vida ha aumentado en México. Esto está inserto en un contexto de violencia y actividad de grupos de crimen organizado que, año con año, suma miles de muertes en el país azteca.