Hace 50 años, acompañados de la programación de una canción prohibida por la censura oficial de la dictadura portuguesa, comenzó la revolución menos cruenta de la historia y que sería modelo a seguir de lo que después serían las transiciones democráticas en países como España. Hace 50 años la canción Grandola Vila Morena –que estaba prohibida– sirvió para reunir a los cuerpos militares portugueses para empezar a tomar las posiciones de Lisboa y de todo el país y terminar con la dictadura de derecha más antigua de toda Europa.