En la exposición El color manda, manda el color, en efecto; mas no es ese el único imperativo de la ecléctica muestra: no puede serlo, dada la desbordante creatividad de Carlos Tapia.
Otro impedimento para ello sería la diversidad temporal y temática de las obras, pues las hay de principios de siglo y de las más recientes aún. Se trata de una experiencia inmersiva de pop y de neones, de paisajes y bodegones, más toda la imaginería cotidiana del pintor vuelta extraordinaria por el color.
Sin embargo...