El miércoles, mientras me dirigía a La Bonita, en Metro Madrid leí un fragmento (de esos panfletos literarios adheridos a alguna de las paredes de los vagones) que titulaba “Estoy en la tristeza”. Con un ojo no descuidaba las paradas que hacía el vagón (por cierto, adoro ir en Metro), para no despistarme y llegar a tiempo a Rosario Pino, 15 a la reinauguración de La Bonita; con el otro leía aquello que tanta curiosidad me había despertado: “Estoy en la tristeza, que es un tiempo y un espacio y...