La naturaleza busca comunicarse con nosotros de muchas maneras, enviándonos mensajes espirituales sin que nos demos cuenta. Una de las señales más especiales toma forma en el colibrí, que aparece cuando más lo necesitamos. Su aleteo no debe ser ignorado, pues su presencia tiene un significado profundo.
La visita de un colibrí se interpreta de distintas formas según la cultura, siendo protagonista de leyendas y creencias que conectan el mundo de los vivos con el de los espíritus, o actuando como un guía en la vida.