Adquirir la ciudadanía americana no solo significa obtener un estatus migratorio definitivo, sino también acceder a derechos y oportunidades exclusivas que impactan directamente la calidad de vida de los inmigrantes. Estados Unidos, a través del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), fomenta este paso como un compromiso hacia el país y como una manera de integrar plenamente a las personas en la sociedad.
Este proceso, aunque exigente, representa una inversión en el futuro de los inmigrantes y sus familias.