A pregunta expresa de Enrique Quintana sobre la expectativa de la elección presidencial, la candidata de Morena fue traicionada por su subconsciente: “Sólo falta el trámite del 2 de junio”. En su fuero interno, la banda presidencial se la colgó el día del dedazo disfrazado de encuesta, desde el momento de su ungimiento como el rostro de la continuidad obrodorista, en el instante en que recibió el título de heredera de la nueva monarquía sexenal.
La anécdota revela el reflejo que Claudia Sheinbaum mira en su espejo.