El ejercicio no solo conlleva beneficios físicos evidentes, como el fortalecimiento muscular y la mejora del sistema cardiovascular, sino que también tiene un impacto positivo en la salud mental. Estudios respaldados por la Organización Mundial de la Salud confirman que el estilo de vida activo, combinado con una alimentación adecuada, contribuye significativamente a la salud a lo largo de todas las etapas de la vida.
Es importante tener en cuenta que la práctica deportiva requiere habilidades físicas, mentales y sociales.