Al resguardo de los Picos de Europa, justo en la frontera de León con Asturias y Cantabria, encontramos unos de los paisajes más impresionantes de toda Castilla. Aquí no hay mar, pero sí un gran embalse, el de Riaño. Cuando hace 37 años se llenó de agua, nueve pueblos quedaron inundados y el paisaje cambió para siempre.
Hoy es un lugar lleno de espacios naturales de gran belleza y también lleno de actividades, tanto por agua como por tierra. Pero también han sabido conservar la esencia de sus pequeños pueblos...