El país contempla con ilusión la posibilidad de participar en la migración de la industria de los semiconductores desde Asia hasta las Américas. Ya existe en Costa Rica una importante concentración de industrias tecnológicas, y el apego a los valores democráticos la convierte en candidata idónea a ojos de industrias estadounidenses interesadas en trasladar sus operaciones a países más amigables.
El entusiasmo nacional debe ir de la mano de una revisión profunda de la oferta capaz de convertirnos en un destino atractivo.