La Real Sociedad afronta el sábado un reto ilusionante que apunta a ser casi imposible para los mortales: tumbar a un Barça todopoderoso que avanza hacia el triplete con paso firme y casi de paseo. Las de Natalia Arroyo, octavas y más cerca del descenso que del top 6 en Liga, no tendrán ninguna opción si no cuajan un partido perfecto y, aun así, será muy improbable que den la campanada, pero existen razones para creer en el milagro de La Romareda.
Seguir leyendo...