El gobierno de Estados Unidos, que tan al margen se había mantenido en cuanto a la presión que ejerce el Presidente contra el Poder Judicial, no calló más. En su reporte sobre derechos humanos, el Departamento de Estado, que encabeza Antony Blinken, alertó que “el presidente López Obrador y otros actores gubernamentales atacaron verbalmente al Poder Judicial, especialmente a la Suprema Corte, y criticaron a los jueces que fallaron en contra de la administración en numerosas ocasiones”. Un hecho que no va a caer nada bien en Palacio Nacional...