Tuvo el Barcelona que ponerse el mono de trabajo para ganar un partido que tenía controlado. Después de la primera jugada icónica este curso de fuera de juego, que acabó en gol pero no subió al marcador, el Estrella Roja era incapaz de llegar a la portería de Iñaki Peña. Pasados los 25 minutos, su estadística reflejaba un cero en tiros a puerta, fuera o rebotados, pero el primero fue a la red. Consiguió combinar rápido el equipo serbio: Seol, Ndiaye y Krunic, que fue quien filtró el pase definitivo que anotó Silas...