Por Mauricio Sulaimán – Presidente del WBC – Hijo de José Sulaimán
Tenía 16 años, estudiaba la secundaria en el colegio Winchendon, cerca de Boston, Estados Unidos, cuando un día llegó por correo un paquete; era un walkman, el más moderno de todos los aparatos en aquel entonces, y venía con una tarjeta que decía “Honda”.
Ese fue mi primer encuentro con el hombre que ahora es como mi segundo padre, Akihiko Honda, el promotor más grande de la historia de toda Asia, y uno de los más importantes en toda la historia del boxeo...