El Barcelona fue fiel a sí mismo, a lo que ha sido durante prácticamente toda la temporada: un equipo endeble que no juega partidos completos y que en cuanto vienes malas, se hunde. Hay alguna excepción (la ida contra el PSG), pero en general en los partidos importantes le ha faltado personalidad. No pudo retrasar ni una semana el alirón del Real Madrid. La Liga ya la tenía ganada de forma virtual el equipo de Ancelotti, pero en las manos de los azulgrana estaba que la celebración se pospusiera...