A partir de cierta edad las cremas con activos antiedad pasan a formar una parte importante de nuestras rutinas de cuidado de la piel, sí, pero normalmente solo nos centramos en el rostro. Dejando olvidados dos elementos también muy importantes, que si bien enmarcan el rostro, no los contamos ni les prestamos toda la atención que deberíamos: el cuello y el escote. Algo muy mal hecho, teniendo en cuenta que también son dos partes muy frágiles que reflejan fácilmente el paso del tiempo.
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