Cuenta Nico Williams que cuando tuvo dinero para comprarse un buen coche, la familia frenó sus intenciones. Cuando las inquietudes de la joven estrella aparecen, su entorno modera las expectativas con el mantra de no bajar los brazos ni subirse a las nubes. Conocer la historia de inmigración de sus padres ayuda a los Williams -Iñaki y Nico- a situar la mente en objetivos tangibles, especialmente en el año de explosión del pequeño, quien irrumpe con España en la Eurocopa tras ser fundamental en la Copa del Rey.