El Diálogo Social o la propia negociación colectiva podrían impulsar proyectos piloto en los que empresas voluntarias implementen una reducción drástica de la jornada, permitiendo evaluar sus efectos en productividad, empleo y costes laborales
A lo largo de la historia, cada revolución tecnológica ha generado miedos relacionados con la destrucción de empleo. La mecanización, la electrificación y, más recientemente, la digitalización han sido vistas como amenazas para los trabajadores.