Durante el proceso de apareamiento, es común que los dueños intenten separar a los perros para evitar una futura reproducción. Sin embargo, esta intervención puede causar daños físicos significativos tanto en el macho como en la hembra. Los especialistas en cuidado animal advierten sobre los riesgos asociados a esta práctica.
A pesar de la intención de evitar la concepción, esta acción puede resultar perjudicial para las mascotas. La anatomía de los perros juega un papel crucial en este contexto.