Un arqueo sorpresa hecho en la sucursal del Banco Nacional de Golfito, en Puntarenas, evidenció la presunta participación de una cajera de apellido Porras en una organización sospechosa de narcotráfico y lavado de dinero, supuestamente liderada por un pastor evangélico en aquella zona del país.
Ese arqueo, ejecutado el 30 de marzo del 2022, dejó ver que Porras, con 10 años de laborar en la sucursal golfiteña, habría tomado fondos del banco para depositarlos en una cuenta de un pastor de apellidos Cortés Franco, de 39 años.