El estado de Nueva York ha implementado una nueva medida que cambiará significativamente la relación financiera entre inquilinos y propietarios. Esta decisión, que afectará a todos los contratos de alquiler en el estado, busca aliviar la carga económica que enfrentan quienes arriendan una vivienda en una de las ciudades con el costo de vida más elevado del país.
La medida fue recibida como un "alivio financiero" para los inquilinos, quienes tradicionalmente debían cubrir honorarios adicionales al monto mensual del alquiler.