Maduro está, internacionalmente, cada vez más aislado. La Unión Europea ha emitido prohibiciones de ingreso a otros secuaces del régimen dictatorial venezolano. A estas alturas, a pesar del despliegue diplomático ejercido, no han logrado tener seguridad de presencia de mandatarios para la supuesta juramentación de Maduro el 10 de enero, salvo de las dictaduras comunistas. Los países democráticos se niegan a legitimar el inmenso fraude perpetrado por la pandilla cívico-militar gobernante en Venezuela.