La confianza es como el dinero: si lo tienes no lo aprecias y si no lo tienes lo echas de menos. Y es que todas conocemos a esa mujer con confianza innata, que pisa fuerte y es decidida, aparentemente sin esfuerzo. ¿Por qué no podemos ser nosotras así? En el fondo lo somos, pero no lo sabemos. Nuestra vida está llena de decisiones, algunas más importantes y otras menos. Cada día tomamos cientos de decisiones sin darnos cuenta (inciso: la falta de decisión, también es una decisión). En este sentido...