La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, presentó una nueva iniciativa destinada a promover la natalidad y mejorar la conciliación entre el trabajo y la vida familiar en la capital japonesa. A partir de abril de 2025, los empleados públicos de Tokio tendrán una semana laboral de cuatro días, una medida que podría sentar un precedente en el ámbito laboral.
Esta decisión surge como respuesta a la creciente preocupación por la baja tasa de natalidad en Japón, que alcanzó cifras preocupantes en los últimos años.