Existe una frase que reza: “En la guerra y en el amor, todo se vale”. Una máxima que parece cobrar vida en el terreno político y económico, especialmente bajo la administración de líderes que entienden la negociación como un tablero de ajedrez, donde cada pieza y movimiento tienen un propósito calculado. Donald Trump, el expresidente de Estados Unidos, demostró ser un jugador que supo convertir el T-MEC en un campo de batalla donde el narcisismo y la manipulación se entrelazan con la diplomacia.