En un mundo cada vez más acelerado, las horas de descanso suelen sacrificarse en favor del trabajo y las responsabilidades diarias. Sin embargo, el sueño no solo es esencial para obtener energía, sino que también cumple una función clave en la consolidación de la memoria.
Russell Foster, director del Instituto del Sueño y Neurociencia Circadiana en la Universidad de Oxford reveló que la duración y la calidad del sueño podrían estar estrechamente relacionadas con el riesgo de desarrollar Alzheimer.