La gestión de Diana Mondino en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, bajo el gobierno de Javier Milei, representó un experimento diplomático tan audaz como controversial, que concluyó de manera abrupta con su destitución luego de votar a favor de Cuba en la ONU en rechazo al embargo estadounidense. Este episodio cerró un ciclo de fuertes conflictos que Mondino enfrentó en el rol de canciller de una administración cuya política exterior disruptiva rompió con décadas de tradición diplomática argentina.