Tras unas primeras horas de prudencia y silencio atronador, Moncloa y Ferraz salieron ayer a avalar públicamente el pacto rubricado entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa. Se trata de un aval genérico, sin querer entrar al detalle del texto y puntualizando que es, en todo caso, de un «preacuerdo». El cierre de filas es total y el objetivo, muy claro: «No interferir» en la consulta a la militancia que los republicanos tienen previsto impulsar el próximo viernes. Después, ya se verá.