En un “no tan inédito”, pero no menos irónico giro de los acontecimientos, la tormenta Alberto dejó a Nuevo León agua almacenada en sus presas para los próximos dos años, según datos de la Comisión Nacional del Agua, y sin embargo, a más de 10 días del fenómeno, una parte de la población del Área Metropolitana de Monterrey aún padece la falta del vital líquido.
La Sultana del Norte sufre este amor-odio con la lluvia. A los regios nos encanta el agua, amamos ir a la presa, bañarnos en nuestros ríos...