El fallido golpe de Estado en Bolivia ratifica el anacronismo del caudillismo militar salvador de la patria. Antes, en la región, los militares desoyeron el llamado para que impidan que asuman el poder candidatos aborrecidos por las élites y triunfantes sobre ellas, en Perú (2022), Colombia (2022), Brasil (2022) y Guatemala (2023). En Bolivia, esta vez, la ruptura de un Gobierno con las FFAA cierra —o termina de cerrar— la posibilidad de un Gobierno cívico-militar de largo plazo, como los de Nicaragua...