Entre el capricho y la casualidad macabra, la imagen se vuelve icono. Éric Ciotti, líder de la derecha canónica francesa defenestrado (aunque la justicia le pueda acabar reinstaurando), anunciaba estos días que no dejará la dirección del partido ataviado con una banda republicana mientras atrona en el vídeo el himno de la nación. El retablo, moralizante o ridículo dependiendo de para qué lado se peine cada cual, se reproduce casi al milímetro –en este caso, delante de una maqueta de la «banlieu» que pretende tirar abajo...