La vida de Íñigo Quintero se desarrolla bajo una fórmula de equilibrios. Sólo tiene 22 años, el artista está en ese dulce momento en el que las ideas comienzan a aclararse, mientras la inocencia ofrece sus últimos coletazos. Forma parte de una nueva generación que agarra con ansia la libertad artística y la disfruta, pero sin pasarse, de forma sincera y natural. Ahí está, para el cantante y compositor gallego, la clave de comenzar en este cambiante y diversificado universo que es la música: trabajar y escribir canciones...