El coliseo blanco se ha convertido en un recinto multifuncional capaz de albergar un partido de fútbol y en cuestión de horas, un partido de la NBA, de hockey, de tenis y, por supuesto, el concierto más esperado del año. Abierto los 365 días del año y las 24 horas. Su espectacular cubierta retráctil que le da ese carácter diferenciador, su marcador 360, el hipogeo que esconde su césped, las nuevas gradas abatibles o el llamado “Tunnel Club” marcan la diferencia para convertir la casa merengue en la más espectacular del fútbol mundial.