En el epílogo del sexenio, Andrés Manuel López Obrador ya se está imaginando su séptimo año de gobierno con el canto de los pájaros y las caminatas por la selva tropical de Palenque. Pero no todo será apacible durante su reinvención como expresidente, porque lo están persiguiendo pesadillas de más revelaciones sobre presuntos actos de corrupción de su familia y cercanos, cuya defensa una vez que su residencia no esté en Palacio Nacional ni tenga una mañanera todos los días, será cada vez más difícil...