El próximo 2 de junio, día que se celebrarán los comicios más concurridos de la historia en México, puede ser una fiesta de la democracia, o una bacanal del totalitarismo, depende de quién triunfe en la elección presidencial y qué fuerza política alcanzará la mayoría en el Congreso, por eso, es de gran relevancia que los ciudadanos acudan a votar copiosamente, es decir, a que se abatan los niveles de abstencionismo que tradicionalmente rondan un 36% promedio, de acuerdo con el último proceso electoral.