Una mirada a la escena musical peruana actual arroja una primera impresión (contundente): la misma atraviesa por un buen momento. Es una escena madura y avalada por un público identificado con su poliédrica propuesta. Además, este circuito ya tiene bibliografía de calidad y, cómo no, también demagogia (¿los 50 mejores discos del año?, ¿los 80 mejores debuts de la temporada?), elementos esenciales de lo que llamamos leyenda o mito, según el gusto. Igual, hay que ir con cuidado.
Distinta en sus ritmos para los tiempos que corren...