El batacazo que se ha dado ERC en estas elecciones, y que ya ha hecho rodar la cabeza de Pere Aragonès (que se queda como presidente en funciones de la Generalitat) se veía venir desde hace tiempo en las filas republicanas. Aragonès ha sido un desastre como gestor y como líder del partido, con un perfil "mediocre" y celoso de que a su alrededor pudiera hacerle sombra la presencia de Junqueras. Le apartó e incluso puso un comisario político para que le acompañara siempre y luego le diera cuenta...