La "pax americana" (y trumpiana) se abre camino en Oriente Medio
Si Barack Obama parecía haber iniciado una retirada estratégica y paulatina de Oriente Medio y sus interminables conflictos, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca a comienzos de 2017 se daba por hecho que el Extremo Oriente, China en el centro del mismo, sería la prioridad de la política exterior de Estados Unidos. La autosuficiencia energética y la experiencia de Irak y Afganistán aconsejaban a la Administración del magnate neoyorquino centrar sus esfuerzos en la batalla por la hegemonía con Pekín.