El país de los mil perdones
Tucídides escribió que los ricos hacen aquello que quieren y los débiles sufren lo que deben. Sin embargo, hoy día, en el mundo contemporáneo todo se ha sofisticado. Ha sido seducido con ropajes de seda, por ese neolenguaje del que tan certeramente hablaba Orwell en su libro '1984'. Ha llegado un punto en que el fuerte no se limita a dominar al débil, sino que, además, exige al depauperado que lo ame y que perdone sus insignificantes «errores».