El pasado 18 de marzo ocurrió un hecho insólito que marcó un antes y un después en la historia patria. Por primera vez en Costa Rica, un presidente se atrevió a movilizar a sus seguidores, pero no como parte de una legítima protesta ni en defensa de algún derecho fundamental, sino para marchar en contra de las instituciones democráticas que conforman el sistema de frenos y contrapesos diseñado para contener y reprimir los abusos de poder.
Lo que se quiso presentar falsamente desde el Poder...