El presidente destituido de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, lanzó ayer un contundente desafío, prometiendo "luchar hasta el final" contra lo que calificó como "fuerzas antiestatales que amenazan la soberanía nacional y ponen a la nación en grave peligro". En un mensaje dirigido a sus fervientes seguidores conservadores, congregados frente a su residencia en Seúl, Yoon subrayó su compromiso de defender "la democracia liberal y el orden constitucional". Su equipo legal no tardó en advertir que cualquier...