El 29 de diciembre de 2013, el mundo entero quedó paralizado al enterarse del terrible accidente que había sufrido Michael Schumacher, un año después de haberse despedido de las pistas de la Fórmula 1. Como era costumbre familiar, el expiloto y sus allegados estaban pasando las vacaciones en la estación de Méribel, en los Alpes franceses, donde tenían una residencia privada.
Según informan fuentes cercanas, el heptacampeón mundial había salido a esquiar sobre las 11.00 horas con su hijo de 14 años...