Láseres. Eso es lo que necesita el personal del supermercado, insistió Paul McEnroe. Escáneres en las cajas y pequeñas pistolas láser con forma de pistola.
¡Apunta, dispara y vende!
En 1969, se trataba de una visión extravagante del futuro: estos láseres escanearían unas extrañas marcas en blanco y negro en los productos que McEnroe y sus colegas de IBM habían diseñado.
Se entusiasmó y dijo que acelerarían las filas en los supermercados.
La solución se conocería más tarde como código de barras.