En una sociedad en transición de una dictadura a la democracia surge una tensión entre la justicia y la estabilidad democrática. Esto es, se plantea si frente a la necesidad de hacer un tránsito a la democracia que sea más o menos estable, es mucho más prudente dejar de lado la justicia y optar por una política de perdón y olvido que garantice la consolidación de la democracia, incluso al precio de desconocer los derechos de las víctimas.
Hay un conjunto de problemas alrededor de esta discusión.